«El hombre no se afirmará por medio de la impiedad; Mas la raíz de los justos no será removida.» (Proverbios 12:3)
¿Alguna vez has conocido a un mercenario? Bueno, no digo un soldado de fortuna sino una persona que está dispuesta a hacer cualquier cosa para beneficiarse. Su única meta es salir adelante, no importa lo que tenga que hacer o a quién tiene que pisar. La tentación es pensar que a veces vale la pena vivir así porque parece que estas personas sí prosperan en esta vida. Pero aquí el
...
Más informaciones
sabio nos aconseja que el que hace maldad no conseguirá “afirmarse” (literalmente, significa levantar o erguir a sí mismo). Esta palabra sugiere la idea de un palo metido en la tierra. Está de pie ahora, pero si lo comparamos con un árbol veremos que es muy diferente. La diferencia se encuentra en lo que no se ve. El palo está levantado, pero el árbol tiene raíces. La lluvia puede mermar el fundamento del palo, pero las raíces del árbol lo mantendrá firme a pesar de los años y de las tempestades. Este proverbio se aplica perfectamente a la vida de José en el Antiguo Testamento. Gracias a sus raíces, él pudo mantenerse firme en la prueba. El sabio nos anima a vivir con perspectiva. Los atajos morales siempre se cobran caro. Más nos vale obedecer al Señor y dejar que Él nos plante.
A veces es un proceso lento y hasta puede parecer que no vale la pena, pero si andamos por fe, veremos el propósito de Dios en su tiempo. (David Bell)